"¿Qué sería entonces de mí? se preguntó, intentando imaginarse qué le pasa a la llama de una vela cuando se la apaga de un soplo" (L.C. en AEEPDLM)
Apagas la vela, es decir, la luz de la llama que tiene la vela por estar encendida, de repente desaparece, soplas y tras un ligero temblor de desespero, se suelta del cabo de mecha al que está sujeta y desaparece. Entoces tú te quedas a oscuras. Ya no ves nada, sientes un ligero olor más o menos agradable, depende de los aceites de la cera. Pero la llama que se acaba de perder, ¿sabes tú adónde ha ido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario